La sensación de resequedad bucal persistente puede tratarse de un caso de xerostomía. ¿De que se trata esto? En este blog vamos a explicar qué es, sus causas, prevención y tratamientos.
La xerostomía es el término médico por el que se conoce a la sequedad bucal, un trastorno en el que las glándulas salivales no producen la saliva suficiente para mantener nuestra boca todo lo húmeda que necesita estar.
Suele producirse principalmente por el uso de ciertos medicamentos y, en algunos casos, como consecuencia de la edad. Pero, lo más importante, es que puede traer problemas para tu salud bucodental.
Causas de la xerostomía
La xerostomía o boca seca se origina cuando las glándulas que producen la saliva en nuestra boca no funcionan correctamente. Según datos estadísticos, se presenta en uno de cada cinco adultos, afecta el doble a las mujeres que a los hombres y, aunque puede aparecer a cualquier edad, es más común en mayores de 50 años.
Como comentamos más arriba, frecuentemente se desencadena por el uso continuado de ciertos medicamentos como antihistamínicos, antidepresivos o antihipertensivos o, también, a consecuencia de la edad. Pero, estas no son las únicas causas posibles.
Factores como el estrés, el consumo de tabaco y alcohol, las terapias oncológicas (radioterapia o quimioterapia) y otras afecciones como la diabetes, la candidiasis bucal o el síndrome de Sjörgen (una enfermedad autoinmune crónica en la que las células blancas de la sangre atacan a las glándulas productoras de humedad, los ojos y las glándulas salivales de la boca), también pueden contribuir a la aparición de la xerostomía o boca seca.
Síntomas de la xerostomía
Tener un cierto grado de sequedad bucal de vez en cuando es normal y no tiene por qué significar que nos encontramos ante un caso de xerostomía. Eso sí, debemos estar atentos si esa sensación se presenta habitualmente, porque podría ser un indicativo de que estamos sufriendo de boca seca. Algunos de los síntomas más comunes son:
- Sentir la boca y la garganta continuamente pastosas y pegajosas.
- Dificultad para masticar, deglutir o incluso hablar.
- Labios agrietados o partidos.
- Sabor metálico constante en la boca.
- Reducción del sentido del gusto.
- Mal aliento frecuente.
- Irritación de las encías.
Es importante detectar cualquiera de estos síntomas de xerostomía pues, además de ser un trastorno incómodo, debemos recordar que la saliva tiene una función fundamental en nuestra cavidad oral: mantiene nuestra boca limpia, limita el crecimiento bacteriano, ayuda a eliminar partículas de comida, neutraliza el ácido producido por las bacterias, protege los dientes de las caries, mantiene la salud de los tejidos blandos y duros de la boca, posibilita la masticación, la deglución y ayuda a la digestión.
Prevención y tratamiento de la xerostomía
La única manera de curar la xerostomía es tratar la causa específica que la origina. Por eso, es importante acudir a un especialista para poder determinar por qué razón las glándulas salivales no están funcionando como deberían.
Si la boca seca se produce por algún medicamento, tú médico o dentista cambiará la medicación o ajustará la dosis. Si tus glándulas salivales no funcionan correctamente, pero todavía producen algo de saliva, es probable que el especialista te recete algún medicamento que estimule la producción de saliva. Y, en los casos en los que la xerostomía es de difícil tratamiento, el odontólogo puede recomendar el uso de humedecedores bucales o de saliva artificial para mantener la boca húmeda.
En cualquier caso, hay algunos consejos que pueden aplicarse fácilmente en el día a día y que ayudan a aliviar los síntomas de la xerostomía:
- Tomar agua o bebidas sin azúcar frecuentemente, o chupar trozos de hielo durante el día para humedecer la boca.
- Evitar bebidas que puedan producir sequedad bucal (café, té, refrescos…) o alimentos salados o muy picantes.
- Masticar chicles sin azúcar o chupar caramelos duros para estimular el flujo salival.
- Humedecer el aire durante la noche con el uso de un humidificador.
Además, es recomendable que visites a tu odontólogo frecuentemente para proteger tus dientes de otras afecciones que pueden producirse por tener xerostomía o boca seca como pueden ser la gingivitis, la halitosis o la caries dental.